Ecologismo y sostenibilidad, una oportunidad para el sector retail

La sostenibilidad del medioambiente se ha convertido en uno de los pilares del consumidor actual, cada vez más concienciado de la importancia de conservar el entorno en el que vive. Esta circunstancia hace que las empresas en general, y el sector retail en particular, deban establecer una nueva hoja de ruta para afrontar el futuro con garantías. El pequeño comercio, al fin y al cabo, debe tratar de diferenciarse de las grandes marcas tomando como referencia la nueva cultura de consumo. Las marcas del sector retail, por lo tanto, no deben dejar pasar una ocasión de oro para situarse como referentes de un branding sostenible.

Dentro del branding corporativo existen multitud de vertientes en las que las marcas del sector retail pueden tratar de aportar valor añadido a los consumidores millennials, plenamente involucrados en la defensa de valores inmateriales e inmersos de lleno en la postmodernidad. De entre todos esos aspectos, trabajar en la creación de un packaging ecológico es uno de los más influyentes, tanto por la capacidad del embalaje de contaminar como por su poder de dañar el medioambiente.

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El packaging en el sector retail: una cuestión de conciencia medioambiental

En la cadena de suministros de las marcas retail, el embalaje juega un papel fundamental desde un punto de vista logístico, comercial y ambiental. Los denominados retailers o marcas que pertenecen al sector retail, deben tratar de influir tanto en productores como en consumidores para conseguir crear un packaging ambientalmente eficiente. O, lo que es lo mismo, que se ajuste más a las necesidades de transporte del producto y también a los valores de sostenibilidad que imperan en la sociedad de consumo actual. De no hacerlo, el sector retail puede perder imagen de marca y reputación, pero también algunos factores productivos vitales como:

  • El aumento de la intensidad del transporte: si el packaging no responde a unas medidas adecuadas y está fabricado con materiales que no cumplen con los requisitos de transporte, puede aumentar seriamente el coste e intensidad de la cadena de transportes.
  • La reducción de espacio de almacenaje: contar con espacio suficiente para almacenar productos dentro del sector retail es imprescindible, precisamente porque el espacio es un bien escaso dentro de este sector. Así que optar por embalajes poco eficientes desde un punto de vista espacial puede perjudicar seriamente la capacidad productiva y comercial de las marcas retail.
  • El branding corporativo de las marcas puede verse perjudicado: la estrategia brand de este tipo de negocios depende mucho de la opinión pública. Desmarcarse de la competencia gracias a convertirse en un referente ecológico puede ser el impulso necesario para alcanzar el éxito. Al menos, desde el punto de vista de la imagen corporativa.

El packaging es, además, uno de los principales factores de contaminación actual. Los desperdicios que se generan tras la compra de un producto suelen estar estrechamente relacionados con el embalaje. Este hecho irrita enormemente a los consumidores, más conscientes que nunca de la necesidad de reciclar; a los medios de comunicación, que se hacen eco de cualquier contratiempo medioambiental que una marca pueda producir; y también de los principales grupos ecologistas, ya que la eficiencia en la realización del packaging y los materiales escogidos suele ser la principal causa de sus luchas medioambientales contra las empresas.

Y no es para menos, ya que según el Eurobarómetro del año 2014, el 95% de los ciudadanos europeos consideraba el reciclaje y la minimización de residuos como aspectos muy poderosos en su decisión de compra. No es difícil pensar, por lo tanto, que siete años después esta estadística haya seguido aumentando de forma progresiva. Otro dato importante, es que en el año 2008 el 3% de los residuos totales producidos en Europa tenían su origen en el packaging de las empresas.

Es importante que las marcas del sector retail aprovechen la coyuntura económica actual para transformarse, innovar y destacarse como marcas referentes de las nuevas generaciones en aspectos clave como la defensa del medioambiente. Conseguirlo puede ser sinónimo de éxito.