El branding corporativo es uno de los aspectos que las marcas deben cuidar con más mimo, ya que del buen resultado de la estrategia de marca dependerá en gran medida de la percepción que los usuarios tengan de la misma. De ahí que los programas de identidad corporativa se hayan convertido en una herramienta indispensable para comunicar y transmitir por medio de todos los soportes la personalidad de una empresa. Por eso, todas las actividades en las que la marca esté involucrada y no tengan que ver con el proceso productivo, son un excelente vehículo para que la empresa sea conocida por el público. Como por ejemplo, los actos publicitarios, los rótulos o el packaging.
Características de un programa de identidad corporativa
Por norma general, un programa de identidad deja constancia de todos aquellos aspectos del branding corporativo de una marca que deben ser tratados con rigurosidad cuando se exponen en el mercado. Como por ejemplo, el tamaño de la tipografía, los soportes donde podrá incluirse el logo o el propio mensaje o messaging que caracteriza a la empresa. Es, de alguna manera, un compendio de normas para dar coherencia a la comunicación de marca y estructurar una estrategia de branding corporativo que seduzca a los consumidores y dote de personalidad a la empresa.
Dos aspectos destacan en todo programa de identidad corporativa: la integridad y la investigación.
- Integridad: en muchas ocasiones podemos comprobar cómo algunas marcas son incoherentes a la hora de exponerse ante el gran público. Utilizan logotipos diferentes en diversos soportes, una tipografía distinta o, simplemente, el mensaje que transmiten en cuanto al tono y el fondo es completamente distinto de un lugar a otro. Esas marcas son incoherentes y por lo tanto, no cuentan con una estrategia de branding corporativo adecuada. Un programa de identidad corporativa establece, primero de todo, unas normas de coherencia dentro de la comunicación de marca para hacer de ésta una marca íntegra. Y es que un producto de una alta calidad puede verse perjudicado a la hora de ser promocionado por culpa de una tipografía ilegible o por utilizar un logo anticuado.
- Investigación: las acciones de comunicación de una marca, que integran todos los aspectos relacionados con el branding de la misma (desde la identidad visual a la verbal) no pueden realizarse de una manera superficial. Es necesario antes investigar sobre las necesidades de la marca y establecer un diagnóstico para generar una hoja de ruta estratégica. Realizar un análisis de mercado y empresarial es siempre conveniente a la hora de afrontar el reto de dotar de personalidad a una marca, ya que ésta deberá distinguirse de la competencia no solo por su calidad, sino también por el prestigio y el valor añadido que supone para los clientes. Principalmente el prestigio de una marca o brand equity es uno de los aspectos que más deben trabajarse desde un punto de vsita del branding corporativo. Un programa de identidad de marca, por lo tanto, debe tener claras las líneas de actuación en base a lo que una marca desea transmitir a su público y lo que éste demanda.
En definitiva, el branding es un elemento indispensable para conseguir crear una personalidad de marca reconocible y que goce de una reputación favorable entre el público. Y es que en muchas ocasiones, el consumo no se decanta por la calidad de un producto o servicio, sino por el prestigio de la marca que lo está comercializando.
Dejar en manos de profesionales este proceso es lo más adecuado.