El Branding del Día

brandingLa elección de un lugar para comer en las grandes ciudades españolas, especialmente Madrid y Barcelona, en constante evolución y apertura/cierre de locales, puede ser una tarea, en algunos casos, desalentadora. Hay miles de opciones, muchas de las cuales son prácticas, asequibles y muy sabrosas. Pero para mí y para muchos de mis compañeros, la elección de un lugar para comer es mucho más que el sabor y el precio del menú – es querer también disfrutar de una experiencia agradable y positiva.  Además de la buena comida y buen servicio, la experiencia es resultado de la buena imagen de marca.

La creación de una experiencia gastronómica inolvidable (o cualquier tipo de experiencia física para el caso) se realiza mediante la conexión; conexiones entre la identidad de la marca y el espacio físico o a través de conexiones desde esa marca hacia el cliente. De la misión de un restaurante a su decoración, hasta el logotipo y el menú, nuestras expectativas han cambiado, y queremos esa conexión en nuestras experiencias del día a día a la hora de comer.

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 Cada vez más la restauración está utilizando más la marca para crear una experiencia única que los coloque en nuestro top of mind de opciones. En la parte más superficial, la experiencia puede ser principalmente estética – un restaurante es memorable por su uso de elementos integrados de diseño.  Hay un par de buenos ejemplos de esta estrategia sólo un tiro de piedra de distancia de nuestra oficina.

 Más allá del enfoque de la estética, algunos restaurantes plasman su ADN o razón de ser, implementando un diseño que permita dar forma a esa experiencia. Te involucran en ese ADN a través de varios puntos de contacto a nivel sensorial creados mediante el branding corporativo y todos los elementos que lo componen. Cuántas veces nos ha ocurrido o hemos escuchado de alguien cercano… «el sitio era precioso o espectacular, pero….». Ese «pero», algunas veces se refiere a un tipo de experiencia de marca: en este caso la culinaria, haciendo que la promesa de marca, la parte estética, sea overpromise. Sin embargo, esa objeción o disconformidad se produce aun teniendo una experiencia culinaria positiva, porque hay otros aspectos, otros puntos de contacto que tenemos con la marca, asociados a experiencias vivenciales, sorpresivas, intensas, smart, simpáticas que acaban provocando una experiencia total del cliente, no solo consiguiendo su fidelización si no su (cada vez más) amplia capacidad de recomendación/prescripción.

 Esto es posible y a día de hoy hay algunos ejemplos que lo consiguen, en restaurantes de día, del día a día…que nos hacen volver al trabajo con una sonrisa de satisfacción, y eso se agradece…lo agradecemos.