Seguramente alguna vez te habrás preguntado la forma que han utilizado marcas como Apple o Coca-Cola para permanecer durante tanto tiempo en la mente de las personas. La respuesta es simple, ambas marcas han utilizado el poder de crear una estrategia de branding como elemento diferenciador.
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Mediante diferentes acciones, estas dos grandes compañías nos han enseñado que lo importante no es vender un producto, sino ir mucho más allá y vender valores e historias para permanecer en la mente de los consumidores.
¿Por qué utilizar una estrategia de branding?
En primer lugar, si tenemos presente la definición técnica del vocablo “branding”, consiste en crear una imagen de marca solida mediante diferentes acciones y activos como el logotipo que sirvan para identificar la marca. Por tanto, cuando definimos una estrategia de branding es importante que se manifieste en todas las apariciones físicas de la empresa tanto en el naming, imagen corporativa o en las redes sociales y portales webs que contengan la marca de la empresa.
Por otra parte, si una marca sabe definir de forma correcta su estrategia de branding, podrá llegar al cliente con un mensaje mucho más claro y simple, sin necesidad de publicidad. El usuario identificara todos los componentes de la marca y permanecerán por mucho más tiempo en el recuerdo. Además, puedes aumentar de forma rápida y sencilla la lealtad de los clientes, ya que la recordaran de forma mucho más simple.
¿Pero es esto suficiente para conseguir mejorar el posicionamiento de una marca?
Más allá del branding
Hasta el momento, utilizar técnicas de la estrategia de branding tradicional funcionaba a la perfección. Sin embargo, las nuevas marcas que desean ganarse un espacio en el mercado de los consumidores actuales, deberán de ir mucho más allá.
La competencia cada vez es más elevada, por este motivo, es necesario del uso de nuevas técnicas de branding corporativo para poder diferenciarse de la competencia. Las marcas tienen que conseguir que los consumidores sientan emociones solidas hacia ellos.
Mediante el uso de estrategias para despertar las emociones, las marcas conseguirán posicionarse de forma más rápida y sencilla en la mente de los consumidores. Además, conseguirán permanecer por mucho más tiempo en su recuerdo.
- La nostalgia es uno de los vectores más importantes de consumo y uno de los que tiene un impacto directo en las decisiones de compra. Incluirla en la estrategia de branding puede ser de gran utilidad para establecer relaciones con las marcas y para hacer que un producto sea más que un producto. Incluir elementos que despierten el recuerdo y la nostalgia de los consumidores puede ser un gran potenciador de las emociones que nos ayudará a obtener un mejor posicionamiento.
- La pertenencia a un grupo por parte de los consumidores puede ayudar a potenciar sus emociones. Asociar tu producto a una tribu puede hacer que muchos de los consumidores quieran formar parte de ella y compren el producto. Un ejemplo de tribu de marca lo encontramos en la compañía de motocicletas Harley Davidson, la cual ha conseguido identificar su producto a un estilo de vida.
- El storytelling es una de las técnicas de branding que mayor componente emocional conllevan. Las compañías tienen que ser capaces de crear su propia historia y saberla contar para poder entrar en la mente del consumidor.
En definitiva, combinar las técnicas tradicionales de la estrategia de branding con los nuevos métodos sin duda alguna contribuirá a mejorar el posicionamiento de marca y la percepción que tenga el consumidor.