Las grandes marcas no lo son por casualidad. El gran prestigio que acumula Apple, Sony, Coca cola o Zara se debe a una estrategia de identidad corporativa bien definida y que ha sido mimada hasta el último detalle. Desde la tipografía y los colores escogidos para el logo, hasta la forma en que los mensajes son lanzados a los usuarios mediante plataformas off y online. Todo cuenta, y todo crea identidad corporativa.
Por eso, es importante que los empleados de las marcas cuenten con una referencia de los puntos básicos de los que se compone la estrategia de branding corporativo. Es necesario, en todo momento, que todas las acciones de una marca tengan una uniformidad que la distinga de la competencia. Primero, para no perder su signo distintivo. Y segundo, para no traicionar su propia cultura corporativa. Es en este punto cuando las guías de estilo adquieren una gran importancia.
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Las guías de estilo de branding corporativo de las marcas
Cuando una marca decide realizar una guía en la que se resumen las líneas básicas de su identidad corporativa, debe tener en cuenta al menos estos 6 elementos:
- Definición y filosofía de marca: a veces resulta difícil explicar en pocas líneas cuál es la filosofía corporativa, pero puede resultar un ejercicio muy enriquecedor que fortalezca la cultura entre los miembros de una marca. Si la identidad corporativa de nuestra marca es divertida, lo ideal es que el estilo explique esa filosofía con humor y de una forma distendida. Ante todo, coherencia con lo que se transmite, incluso en la guía de estilo de branding corporativo.
- Logo: la utilización del logo también es muy importante para una marca. De ahí que sea importante que existan unas referencias escritas sobre cómo debe utilizarse en cada situación: cuando el fondo es blanco, cuando el fondo es negro o incluso los tamaños que debe adoptar en formatos publicitarios off y online. El color, por supuesto, también debe aparecer bien especificado. Y es que el logo es una de las partes más importantes del visual branding de una marca, y uno de los factores más reconocibles de la identidad corporativa.
- Tipografía: sin duda, el tipo de letra escogida es muy importante, ya que define en muchos casos factores tan importantes de la identidad corporativa como su propia personalidad. La tipografía, al fin y al cabo, puede expresar informalidad, seriedad o incluso humor. Por eso, es importante especificar de una forma clara y precisa el nombre de la tipografía y su uso correcto, tanto en h1, h2 y h3.
- Colores: los colores ayudan a crear uniformidad y continuidad a las marcas. Por eso, la elección de los colores corporativos es uno de los elementos más importantes de una estrategia de branding corporativo. Diferenciarse mediante el color es sinónimo de éxito. De ahí que sea importante definir en el manual de identidad corporativa los colores principales y secundarios, así como el cuándo y cómo utilizarlos.
- Tono de voz: el messaging y el tono de voz utilizado por la marca forma parte del verbal branding. Si una marca opta por utilizar un lenguaje comunicativo desenfadado e informal, hay que especificarlo de forma clara en el manual.
- Uso de imágenes: los tamaños mínimos de imagen y los mensajes que deben transmitir (energía, diversidad, tolerancia…) son algunos de los aspectos que más pueden definir una identidad corporativa, y deben aparecer en el manual.
En definitiva, una guía de marca es imprescindible a la hora de conseguir una uniformidad en el tratamiento de la marca en los diferentes soportes en los que aparezca.
