Por norma general, vinculamos los resultados obtenidos por una estrategia de branding con la imagen corporativa que transmita una marca. De ahí que, de forma intuitiva, el concepto “imagen” gire alrededor del aspecto visual. Gracias a este planteamiento, el branding suele entenderse como un conjunto de acciones destinadas a que el público mire con buenos ojos a una empresa. Pero, ¿y qué pasa con el sonido característico de las marcas?
Ciertamente, existe una rama dentro del branding especializada en estudiar la parte que concierne al lenguaje de las marcas: el naming ideal en función de los objetivos y personalidad de la marca; la sonoridad del nombre de marca al ser pronunciado o la viabilidad jurídica de la palabra elegida. Lo que no suele advertirse es la importancia del sonido dentro del desarrollo de la imagen corporativa de una empresa. Así, conceptos como el audiobranding o el branding sonoro son cada vez más importantes dentro de la estrategia de identidad corporativa de una marca. La razón es sencilla: los consumidores tienen la vista cansada de tanto mirar a las marcas. Ahora también quieren oírlas.
¿Qué es el Brand Sonoro?
El concepto de audiobranding hace referencia a la expresión audible de una marca empleada de forma estratégica en diferentes soportes. De ahí que el Brand sound se haya convertido en un pilar más dentro de la construcción integral de la imagen de marca. Sería, en otras palabras, lo que se conoce como ADN sonoro: la capacidad de identificar y recordar a las marcas a través de un sonido determinado.
Ejemplos de este tipo tenemos muchos, y posiblemente más de uno no solo lo identifiquemos con la marca en cuestión, sino también con épocas pasadas de nuestra vida o determinadas experiencias. Cuando esto sucede, se puede decir que el branding sonoro ha sido un éxito total y ha construido una imagen corporativa acorde a los objetivos planteados. Por ejemplo, la canción del Cola Cao es mítica. O, también, la de los Conguitos. Pero más allá de canciones, también es posible realizar branding sonoro a través de determinados sonidos característicos. Microsoft es un claro exponente de este último planteamiento, ya que todos recordamos el sonido tan peculiar que realizan los ordenadores de la marca al iniciarse.
El Brand Sonoro y los elementos musicales de una marca
Tal y como concluye el I Estudio de Audio Branding de Fiyabit (2013), el 37,8% de los españoles es capaz de reconocer de forma espontánea el sonido característico de las principales marcas. Este hecho denota que la imagen corporativa no solo debe trabajarse desde un punto de vista del look and feel, sino también desde la sonoridad.
Pero, ¿cuáles son las principales categorías del branding sonoro?
- Logo sonoro: se trata de la traducción de la identidad visual de una marca al sonido. Este concepto también se conoce dentro del mundo del branding corporativo como sogo, ya que es un logo sonoro propiamente dicho. Genera una gran identificación e imagen corporativa. El sogo de Intel es uno de los más conocidos.
- Claim sonoro: este otro concepto es muy parecido al logo pero aplicado al claim, y suele manifestarse mediante la interpretación cantada de frases que alaban las cualidades de un determinado producto o servicio. Pescanova, lo bueno sabe bien es un claro ejemplo de ello.
- Voz de marca: se trata de la elección de una persona cuya voz se identifique con las características corporativas de la marca. Será la encargada, por lo tanto, de verbalizar los productos y los anuncios sonoros en las diferentes plataformas donde se publicite la marca.
- Canción de marca: esta canción debe estar relacionada directamente con la estrategia de marca y debe aportar valor añadido a la imagen corporativa. Una de las características de este aspecto del branding sonoro es que puede ser una canción instrumental o cantada. El Hello Moto! de Motorolla es un gran ejemplo, aunque la sintonía de Twenty Century Fox también es mítica.
- Diseño sonoro de los productos: otro aspecto que, aunque no lo parezca, está relacionado con el branding corporativo de las marcas son los sonidos particulares que realizan los productos en su funcionamiento habitual. Por ejemplo, el ruido que realizan las puertas de los coches al ser cerradas, o el sonido de las cámaras fotográficas están estudiados y analizados al 100%.
En definitiva, la imagen corporativa va mucho más allá que un simple estudio del look and feel. Es muy importante tener en cuenta la trascendencia de una buena estrategia de branding integral que permita potenciar también la sonoridad de las marcas.