Las nuevas tendencias del packaging en el sector alimentario

Si echamos la vista atrás, observamos cómo el packaging utilizado dentro del sector de la alimentación y las bebidas, es uno de los que más ha evolucionado a lo largo del tiempo. Una evolución que se encuentra ligada a la paulatina aparición de nuevas necesidades y hábitos de consumo en la sociedad.

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Adaptarse a las tendencias de envasado obliga a las empresas dedicadas a la creación de envases y al diseño del packaging a reinventarse constantemente con el objetivo de seguir llegando cada vez a un mayor número de consumidores. Y la realidad es que concepción que éstos tienen de nuestro producto, se encuentra estrechamente ligada al aspecto de nuestros embalajes.

Tendencias en la producción del packaging

Como en cualquier aspecto del diseño, la creatividad funciona como motor de las soluciones de envasado en la food industry. Es evidente que el consumidor es cada vez más exigente, y requiere de un packaging a la altura de sus necesidades cambiantes. Detectar sus hábitos y preferencias de compra en la industria alimentaria, es todo un reto. Es por ello que existen una serie de tendencias en la fabricación de envases, basadas en la personalización del marketing, que nos ayudarán a acercarnos a nuestro público objetivo:

  • Packaging tradicional: La nostalgia por el pasado sigue haciendo que todo aquello que transmite un aire vintage, siga triunfando en las tendencias de embalaje en la alimentación y bebidas. En este sentido, el producto con un packaging ‘de toda la vida’ puede atraer a los consumidores que normalmente se decantan por un producto más alternativo o diferente, por la seguridad que desprende. El envoltorio deberá transmitir que proviene de una producción local, y reforzar así la idea de que se trata de un producto que mantiene la calidad de antaño.
  • Packaging artesanal: la evolución tecnológica y la producción en cadena fomentan la aparición de productos cada vez menos personales y más uniformes. Esto hace que la artesanía vuelva a cobrar protagonismo en el sector del packaging. Transmitir una imagen de producto cuidado y único, que va más allá de un envase, puede ser concebido como una especie de obra de arte fruto de un producto local cuidado y de calidad.
  • Packaging práctico: cada vez son más las personas que, por que no les queda otra, optan por la comida precalentada en su día a día (y se estima que esta tendencia en un futuro, no haga más que incrementarse). Es por ello que la adaptación del packaging al consumo On-The-Go, hace que los envases sean totalmente prácticos, a la vez que libera al consumidor de problemas con la grasa de la comida o los vertidos. Debe ser un packaging fabricado con materiales aptos para soportar las altas temperaturas y con una gran variedad de diseños que los diferencie a simple vista del resto de la competencia.
  • Packaging funcional: en cualquier evento, el packaging de los productos elegidos es fundamental para causar una buena impresión a los asistentes. Apostar por una decoración a la altura de las expectativas, es una estrategia de éxito asegurado. Entonces, por qué no hacerlo con el packaging de las bandejas o la cubertería. Una de las opciones más rentables, es apostar por un packaging reciclable que ahorre tiempo y dinero al consumidor, a la vez que ayude a reducir el desperdicio.

Salud y calidad en las soluciones de envasado

Por otro lado, tendencias como introducir la repostería profesional en la cocina doméstica ha propiciado la evolución de los envases de papel dentro de la industria alimentaria. El aumento de la popularidad de productos alimentarios más exóticos, como el sushi, nos obliga a contemplar un tipo de packaging más completo y funcional que, por ejemplo, incluya cubiertos, a la vez que apostamos por un embalaje sostenible que cuide el medio ambiente.

En un entorno de compra marcado por la abundante saturación de productos en el mercado, resulta fundamental, entonces, posicionarse a partir de la apuesta por un envase que, ya sea por su diseño o funcionalidad o personalidad, cuente con la capacidad de diferenciarse de la competencia. ¿O es que no creéis que “la comida entra por la vista”?