La clave de la personalización de los envases: Brand Sharing y experiencia de marca

Coca-Cola, Nutella … y ahora también Chocolate Kinder. Personalizar las marcas asignando nombres propios a los envases es un juego ilusionante que parece estar funcionando mejor que bien. Y es que los beneficios son múltiples y redondos en todos los sentidos, y los motivos para hacerlo muy diversos:

  1. Gracias al juego de nombrar, la interacción – tanto hacia las marcas como entre los mismos consumidores – se incrementa sustancialmente, muy en especial la participación, como lo demuestran los datos conseguidos en la red (registros, CRM, etc.)
  2. Las marcas refuerzan así la conducta de compra, fomentando el consumo y el ciclo de prueba, además mantener la fidelización e impulsar la entrada de nuevos consumidores, o – de nuevo – de los ocasionales y/o temporales.
  3. Se aumenta la conexión y el voltaje emocional con las marcas, así como la participación entre todos por el hecho de compartir vivencias, sorpresas e ilusiones, algo muy necesario en el momento actual y con una alto grado de viralización en la red. Y es que poder pintar una sonrisa hoy… “mola”.
  4. Con los nombres, la experiencia de la marca tanto a través de la Web y redes sociales como de los envases (producto), antes, durante y después de la compra, crece de forma significativa, favoreciendo actitudes, creencias y conductas de compra favorables.
  5. Fruto de la participación y de las informaciones obtenidas por las marcas, se facilita el contacto futuro y una gestión de contenidos segmentada.

En definitiva, además de construir marca, fomentar las relaciones con los consumidores e impulsar actitudes de compra más favorables, con la personalización se obtiene información sobre los consumidores, se aceleran los tiempos de consumo y la rotación. ¿Quién da más desde el punto de vista del Branding y el Marketing digital? Algo tan simple, tan directo, tan personal como hacer un guiño. Con un simple nombre, convertir por un momento al consumidor en un reconocido rey.

Y es que, en definitiva, nuestra vida esta hecha de esos pequeños momentos especiales. Y si un envase puede hacernos vivir ese momento único… ¿Por qué no hacerlo?