¿La estética del diseño de packaging lo es todo?

El diseño de packaging responde a las necesidades reales de los consumidores. La base del éxito en este tipo de productos, se esconde en el comportamiento de los seres humanos. Y es que solo conociéndolos, seremos capaces de adaptar la imagen corporativa de nuestra marca a un diseño de envases creativo y original. Ahora bien, ¿podemos realmente saber realmente qué quiere o necesita el consumidor?

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Nuestra experiencia nos dice que la base del diseño del packaging en Barcelona, como en el resto del mundo, se encuentra en la estratégica definición de los valores y los gustos de una sociedad. Una sociedad, que avanza a marchas forzadas y que obliga a los creativos del diseño a nivel global, a crear un embalaje flexible y capaz de adaptarse a los repentinos cambios de tendencias que motivan sus decisiones.

¿Qué le depara al diseño de packaging?

Es por ello que, un buen diseño de packaging debe tener en cuenta estos posibles cambios del mercado. Anticiparse a la creación de un embalaje que llame la atención y siga despertando el suficiente interés como para seguir dirigiendo nuestra futura elección de compra. La proyección de la imagen corporativa en este caso, se atribuye a la creación de elementos simbólicos que comuniquen el valor intangible de nuestra marca.

Asimismo, la percepción que los clientes tengan de ésta, dependerá del éxito en el posicionamiento diferencial de la compañía en un mercado cada día más saturado, homogeneizado y globalizado.

En otras palabras, hacer la vida más fácil. Este es uno de los principales propósitos del diseño de packaging. Innovar con la finalidad de ofrecer un valor añadido a la cotidianidad del consumidor, a partir de un producto llamativo, único y diferenciado. Un producto que, incluso, llegue a identificar sentimientos y emociones en su conjunto.

Un diseño de packaging con nombre y apellido

En esta línea, comprenderéis que el papel del diseñador gráfico es del todo relevante. Solo él podrá plasmar en cada línea del envoltorio de un producto, la personalidad y la materialización del concepto asociado a nuestra marca. Pero sobre todo, y aquí viene la parte más difícil, de un modo singular.

El diseñador de packaging debe dar forma al conjunto de códigos, señales y descripciones que, en un primer momento, pueden ser precisamente los elementos que limiten su creatividad. Porque además de atraer al consumidor, debemos informarle visualmente de que aquello que está comprando se encuentra en óptimas condiciones.

En base a las directrices del legado dejado por el inverosímil artista Andy Warhol y su proyección pop art de la marca Campbell, compañías como ABSOLUT o Nocilla han optado por recurrir a la mano de artistas reconocidos, para que lleven a cabo un diseño de packaging limitado con nombre y apellidos propios.

Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, el diseño del packaging no tiene otra opción que sobrevivir adaptándose a los nuevos ritmos de vida de los consumidores. Personas con un estilo de vida ajetreado que necesitan nuevos embalajes que les permitan transportar y consumir la comida de un modo limpio, ecológico y racionado. Un diseño de packaging que, en definitiva, nos haga la vida más sencilla, confortable y bonita.